Soy revisionista. [Entrevista de María Tellería Solari]. 1974

¿Motivos de su viaje a México?

Una invitación a México. Nos han tratado a cuerpo de rey, todo ha sido en grande. “Encuentro” es una audición transmitida por la TV mexicana. Mi audición era quizá la más comprometida de todas: una mesa redonda, se llamaba “América Latina y la Revolución”, se realizan cada sábado, así que han hecho muchas, y lo invitaron a Regis Debray, al sociólogo mexicano Staven Hagen, [que] es el director del Centro de Estudios Sociológicos del Colegio de México, y a un profesor haitiano que es experto en todas las revoluciones del Caribe.

Yo fui sabiendo que se hablaría de América Latina, pero no sabía el tema. También estaba enterado de que iba Debray;  sabía que iba a pelearme con Debray. Pues mire, la verdad es que se transformó en una especie de diálogo, porque aunque yo soy socialista – el partido argentino de Alfredo Palacios, actualmente disuelto, ha sido absorbido dentro del gran espectro partidarista que apoya a Perón – y he sido miembro del Comité del Partido durante quince años, y la revolución no me asusta… Nosotros hemos sido siempre socialistas, pero reformistas. Reformismo es una palabra muy desprestigiada, porque la palabra reformismo tiene dos acepciones claras: hay un reformismo que es reformar la estructura para defenderla, y hay un reformismo que es modificar paulatinamente la estructura, que son dos cosas completamente diferentes. Y además yo estoy convencido de que esa es la única política… Los remedios que trae (Debray) son absolutamente teóricos, es muy ortodoxo, yo diría leniniano… Quizás yo soy un poco más vehemente y además él quizás descubrió que yo tenía alguna idea no sólo clara sino resueltamente antagónica, pues él lo descubrió desde los primeros momentos y con motivo de eso se dirigió a mí, y yo me dirigí un poco a él. En la segunda mitad de la audición, directamente me dediqué a hablar de lo que es mi tema de historiador, no mi tema de político. Mi tema de historiador,  en la pequeña medida en que yo me he ocupado de América Latina, porque Ud. sabe que soy medievalista…

¿Qué libros ha escrito?

Sobre la Edad Media tengo dos cosas de mucha difusión, uno es un breviario, de los del Fondo de Cultura Económica, el número doce, quiere decir de los primeros y luego el libro más importante que hecho hasta ahora en mi vida, – no el que espero hacer, quiero seguir eso y otra cosas más – es un libro exactamente de ese tema, publicado en Sudamérica, que se llama La revolución burguesa en el mundo feudal, en el que trato de analizar, pero acercando el lente al máximo, erl proceso social de la formación de la burguesía primero, y estudiando el desarrollo de las ciudades y de la mentalidad burguesa.

¿Cuáles son sus diferencias con Debray?

En estas masas es imposible pensar en aplicar una revolución marxista leniniana, ya que no hay en realidad un nivel medio parejo que permita hablar de una masa proletaria; cada cual está preocupado sólo por el dificilísimo problema de la subsistencia diaria, y las diferencias socio-económico-culturales son abismales.