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José Ferrater Mora: Un filósofo en la encrucijada. 1953 https://jlromero.com.ar/textos/un-filosofo-en-la-ecrucijada-resena-de-el-hombre-en-la-encrucijada-de-jose-ferrater-mora-1953/ |
Entran en la personalidad de Ferrater Mora varias y diversas maneras de enfrentarse con la
Me atrevo a afirmar que nada de lo que hasta ahora ha escrito Ferrater Mora lo representa plenamente, aunque todo lo representa en parte. Puestas sus obras una al lado de otra parecen revelarnos las diversas posibilidades que oculta, los distintos intereses y las múltiples preocupaciones que lo mueven. Un saber sólido y vasto, una profunda capacidad de análisis y un certero don para las generalizaciones se revelan siempre. Pero nos hallamos casi siempre en una proximidad demasiado palpitante con respecto a la trama de los problemas. Ferrater Mora está cobrando la distancia necesaria —la necesaria distancia que supone la sabiduría—, y asistimos a su conquista paso a paso. Su visión es cada vez más rica, su expresión está cada vez más liberada de las fórmulas que simplifican y empobrecen los fenómenos, su reconstrucción de la
Con motivo de la publicación de El hombre en la encrucijada,es lícito reflexionar sobre la nueva aproximación que nos ofrece, esta vez desembozada, conseguida no a través de remotas inferencias obtenidas del mundo de las experiencias individuales y de las ideas, sino a través de un examen directo del conjunto de las situaciones sociales y espirituales, en el que por lo demás, no faltan las referencias a aquel otro mundo. El tema de Ferrater Mora es la comparación y el encadenamiento de dos situaciones críticas: la que se insinúa en los últimos tiempos de la Antigüedad y la que comienza con el Renacimiento y cubre la llamada Edad Moderna y la Contemporánea. Semejanzas y desemejanzas en los planteos y las soluciones esconden un problema inmutable que Ferrater Mora formula de manera explícita en las primeras líneas de su libro: el de la conciencia histórica, el de la reacción frente al curso de las cosas en función de cierta imagen intelectual que el hombre se hace de él, sobre todo cuando se presenta como fenómeno fundamental el de la constitución de un orden sobreindividual que amenaza con aniquilar al hombre.
Un historiador hubiera deseado que se arriesgara la hipótesis de cómo llegan a constituirse esas formaciones, porque acaso en el proceso de constitución se escondan las raíces de las defensas y reacciones con que el hombre logra sobreponerse al Leviathán. Pero la objeción es inoperante, porque Ferrater Mora no se ha propuesto hacer ni historia ni sociología. Se plantea solamente, pues, el espinosísimo problema de la reflexión de la
No es fácil ni reporta utilidad alguna seguir a Ferrater Mora en un análisis que en su libro se realiza de una manera transparente y rigurosa. Pero podrían, sí, acotarse algunas ideas a las que se desprenden de sus planteos. O, mejor aún, de interrogantes que inquieten aún más al lector de este libro hecho para inquietar. ¿Qué validez —podría preguntarse— tienen objetivamente estas diversas imágenes del curso de la historia? Porque una de las cosas que más inquieta a quien ve desfilar esta pluralidad de interpretaciones de la
Se está tentado de pensar que si es lícito el análisis retrospectivo de las relaciones entre la
No desespero de que Ferrater nos dé algún día respuesta explícita a tantos interrogantes —o a algunos de ellos— como ha suscitado con este libro lleno de penetración.