Un recuerdo, 1976

LILIANA DE RIZ

Mi recuerdo de la reunión en casa de Gerad Pierre Charles y Suzy Castor, en México, en 1976. Era una cena en honor a José Luis Romero que con su esposa pasaban por México rumbo a Europa, creo. Gérdad y Susy eran  solidarios con cuanto exiliado llegaba a México, abiertas las puertas de su casa y de sus corazones. Y su casa estaba abierta al mundo y no sólo a la región. Por allí desfilaban los intelectuales residentes en el DF y los que llegaban de fuera. Esa noche pudimos escuchar a Romero con la atención y la admiración que muchos de nosotros le profesábamos. Estaba René Zavaleta Mercado y Alma Reigles, su mujer, estaba Daniel Waksman y creo que Pablo González Casanova con Natacha ,su mujer, además de compatriotas de Gérad  cuyos nombres no recuerdo, Yo  había sido de alumna de Romero y encontrarlo allí, sentado en uno de los sillones de la sala conversando sobre la situación en Argentina y de la región, fue un privilegio.  Lo recuerdo fornido, entusiasta, seguro de que vendrían tiempos mejores, de que no podía durar demasiado ese régimen que se anunciaba dispuesto a recrear el estado y la sociedad argentina. Disfrutamos la cena y la charla posterior giró sobre todo alrededor de preguntas a las que él contestaba con precisión y siempre  dejando abierta la posibilidad de días mejores y del retorno. La noticia, poco tiempo después, de su repentina muerte en Tokio, nos sorprendió a todos. Era tan saludable, tan interesado e interesante, que no parecía posible que se hubiese apagado.