El Estado y la Facciones en la Antigüedad

SAUL TABORDA

Dentro de la actividad política -preocupación del mundo antiguo- examinada tanto en el dominio de la pura teoría como en el proceso de real desarrollo que permiten intuir las fuentes históricas y literarias, el ensayo de Romero destaca la intervención de las facciones – conglomerados imprecisos,  cohesionados apenas por lazos circunstanciales – como un fenómeno que, sin coincidir ni con las clases sociales ni con los partidos políticos, se caracterizó como una actitud polémica, a menudo violenta, respecto de los problemas políticos, sociales, económicos y religiosos. Internacionalista a fuerza de ser indiferente al sentimiento local, el espíritu de dichos conglomerados se indentificó siempre con sus intereses materiales exclusivos y excluyentes y acuñó, así, lo que se llama el espíritu de facción.

            Estudio penetrante y ponderado de una de las manifestaciones del Estado considerado como proceso vivo de creación de formas políticas, se orienta con ceñido rigor a la luz de las nuevas corrientes historiográficas. Aun cuando la investigación se ha concretado a un tema del pasado, la objetividad de sus conclusiones cobra alto valor discursivo frente a la realidad histórica del presente en la que el Estado está de nuevo dominado por el espíritu de facción.